Aunque los servicios de salud permanecen abiertos y el esfuerzo de clínicas y hospitales está concentrado en brindar atención presencial a los pacientes, la llegada de una nueva ola de cuarentenas preventivas y confinamientos decretados alrededor del mundo marca el camino hacia la adopción definitiva de un nuevo modelo de salud digital.
Según una investigación publicada por la Organización para la Revisión de Aplicaciones de Atención y Salud (ORCHA, por sus siglas en inglés), la pandemia del coronavirus Covid-19 ha provocado un aumento en las descargas de aplicaciones relacionadas con el cuidado de la salud. En medio de un escenario incierto en el que las personas luchan a diario para sobrellevar la crisis, las descargas de aplicaciones orientadas a proteger la salud mental han aumentado en un 200%, según ORCHA.
Este estudio, realizado en el Reino Unido, además encontró que las descargas de aplicaciones de salud, en general, aumentaron en un 25% dentro del territorio durante la primera etapa de la pandemia, lo cual indica que el Covid-19 fomentó el uso de herramientas de salud digital que años, o incluso meses antes, los prestadores quizás desestimaron por encontrarlas muy desafiantes o no prioritarias para sus pacientes.
Esto es lo que entendemos como parte de un nuevo modelo de salud digital, uno que permite descongestionar las urgencias y brindar atención remota a quienes no necesitan acudir a un centro médico de manera inmediata.
Ganando credibilidad
El cambio en el comportamiento de prestadores y usuarios con respecto a las apps de salud refleja la aceleración de nuevas preferencias y la necesidad de cubrir las demandas de los usuarios para evolucionar hacia una próxima normalidad, donde la adopción de la telemedicina se impone para ofrecer una experiencia mejorada a los pacientes, más conveniente y adaptada a su entorno y posibilidades tecnológicas.
En tal sentido, el mayor valor que puede aportar una aplicación de salud digital tiene que ver con el rigor con el que ha sido construida, la información que ofrece a sus usuarios y la manera en que esta es presentada. De esta forma es posible ofrecer soluciones que se integren a los sistemas de empresas y prestadores de salud para optimizar la atención médica con Inteligencia Artificial.
Vale la pena destacar que las soluciones médicas se encuentran en un proceso continuo de aprendizaje y reentrenamiento, lo cual permite la incorporación de nuevas capacidades que se adaptan a las necesidades puntuales de especialistas y pacientes, además de mantener un canal de retroalimentación flexible que se nutre de la experiencia humana para brindar un servicio confiable.
Ofreciendo una experiencia de calidad
Para que este modelo de atención digital sea accesible y pueda evolucionar, es necesario que los prestadores de salud se mantengan al día con respecto a los avances tecnológicos. De esta forma se facilitarán los procesos de implementación y se perfeccionarán las interfaces para comunicar la información a los pacientes tal como lo haría un médico en consulta.
Alcanzar una mayor madurez en el ecosistema de la salud digital aumentará, a corto y mediano plazo, la aceptación de la atención remota, y su consecuente impacto en los sistemas de salud de todo el mundo.